miércoles, 21 de octubre de 2009

Procedimiento fonoaudiologico estructural para modificar la deglución atípica y dislalias





Procedimiento fonoaudiológico estructural para la modificación de la deglución y dislalias en la

cultura digital

Es un procedimiento que se apoya en el conocimiento y utilización del hueso hioides y el aparato hial en la deglución y la articulación de los sonidos del lenguaje además de utilizar la creatividad, la plástica y la inventiva para generar un modo de aprendizaje que evite la repetición..

Es un modo de trabajar que consiste en el desarrollo y utilización de distintas técnicas combinadas entre si de modo que conforman un todo único. Tienen una secuencia.

Se ordenan según lo que se propongan modificar, cada una de ellas forma un módulo de trabajo independiente.

Una vez utilizada una de las técnicas, tiene la característica de que puede incorporarse a la explicación de la siguiente, de modo total o parcial.

Una y otra vez reforzamos la importancia del hueso hioides y el aparato hioideo. Ademas de la respiración

Todas tienen material didáctico explicativo especialmente diseñado, que permite la comprensión de los conceptos impartidos; este material guarda una relación de semejanza con las estructuras anatómicas que se ponen en juego y muestra cada una de las técnicas implementadas. Son estructuras eidéticas en las que se tiene muy en cuenta el color, la analogía y la función También se utilizan láminas que muestran estructuras anatómicas.

A veces a la deglución suelen denominarla atípica y se debe a que se está manteniendo la succión cuando ya han aparecido las piezas dentarias. Este modo de rotar la lengua hacia abajo y succionar la comida aparece en el rostro como tensión en los músculos de la borla de la barba y succión del labio inferior.

Dentro de la boca parece la comida repartida por toda le superficie de la lengua o sobre la cara interna de las piezas dentarias inferiores.

También se nota preferencia por los alimentos blandos que requieren poco el uso de la trituración.

Al utilizar tecnología digital se nota un movimiento de succión que produce la lengua moviéndose repetitivamente en rotación hacia abajo mientras utiliza los pulgares principalmente en cuatro direcciones: arriba, abajo, derecha e izquierda con la vista fija en una pantalla luminosa. Es fácilmente comprobable al observar a un niño o un adolescente trabajar con un juego electrónico. La lengua rota hacia abajo y muchas veces el maxilar inferior se desplaza de un lado a otro muy lejos d esus posibilidades articulatorias. Se observan movimientos de rumiantes.

La relación entre al movimiento de los dedos, en especial el pulgar y la lengua está ampliamente estudiada y comprobada ya que se encuentran relacionadas por cercanía espacial en la zona de Brocca por tener que ver con el lenguaje.

También se puede ver cuando un niño comienza a escribir como la lengua acompaña al movimiento de la mano.

Ademas de esto aspectos observables debemos tener en cuenta un desarrollo cultural y evolutivo que se refiere al uso del pulgar y su oposición a la palma de la mano por el uso de instrumentos.

En este momento el movimiento del pulgar con los mensajes de texto y juegos electrónicos entre otras cosas, alcanza velocidades inimaginables provocan un estímulo semejante a la ensoñación y eso trae la lengua para afuera porque aparece una disminución del estado de alerta y con esto se altera la respiración, la presión sobre las piezas dentarias y aparece el adelantamiento del hueso hioides y aparato hioideo que no permite descender la laringe con desacomodamiento de las cuerdas vocales y las disfonías que son consecuencia de esto.

Históricamente la deglución atípica está evolucionando y no solo altera la estructura ósea de los maxilares o piezas dentarias sino que mantiene la lengua adherida al piso de la boca porque el pliegue mucoso de debajo de la lengua, el frenillo, aparece mas alla de la época de la articulación correcta de los sonidos del lenguaje, afectando el movimiento de la lengua que se siente mas cómoda articulando los sonidos que no la hacen elevar. Este modo de modular es fácilmente confundible con alguna alteración en la formulación de la palabra siendo algo puramente funcional y evolutivo.

En estos casos los músculos de la lengua no trabajan con soltura porque los genioglosos mantienen esta función de succión que lleva la punta de la lengua hacia abajo y traen al hueso hioides y aparato hioideol hacia delante y arriba.

A esta evidente dificultad en al modulación de los sonidos se le agregan la poca movilidad de la entrada de las Trompas de Eustaquio ya que estas se abren para regular presiones en el oído medio, cada vez que el hueso hioides sube y baja en la deglución adulta.

En general al jugar o trabajar con tecnología electrónica succionan con tanta fuerza que se observan los zigomáticos combados hacia adentro por la presión negativa dentro de la boca y llegan a comprimir el mentón alterando su crecimiento porque refuerzan al cincha mentoniana de tal forma que lo acercan al pecho acortando genihioideos y milohioideos.

Sabemos que los únicos que tenemos mentón somos los humanos y este fue modelándose en relación al bipedalismo, al crecimiento del cerebro y al equilibrio de la cabeza sobre el atlas. Los animales no tiene mentón tiene quijada.

Además de las dificultades que aparecen en la respiración debidas al alto grado de contaminación ambiental y las cenizas volcánicas que se mantienen en suspensión en la atmósfera la presencia de humo y las fábricas que procesan químicos sin el debido cuidado por el medio ambiente y la salud, con esta succión extendida las coanas también se comprimen por la elevación del hueso hioides y aparato hial.

Como también sabemos una respiración adecuada comienza con el descenso del diafragma que lleva tras de si a los pulmones y con este movimiento desciende también el hueso hioides de quien penden todos los tejidos blandos del aparato respiratorio y al descender descomprime a las coanas. Con ello el espacio que se encuentra entre las narinas y las coanas se convierte en un corredor por donde pasa el aire ya que los músculos elevadores comunes del ala de la nariz y el labio superior aumentan el espacio de entrada de aire.

Cuando la deglución adulta es una succión la respiración se hace corta y principalmente en la parte superior del tórax tirando hacia arriba desde las clavículas y deformando plásticamente el tórax que se mantiene rígido y con el esternón hacia delante porque solo trabajan los músculos accesorios de la respiración. También observamos que el labio superior que ayuda a tonificar con su movimiento las alas de la nariz, se mantiene corto y sin desarrollar el surco del filtrum y los pilares del filtrum y el frenillo del labio superior no se estira.

Estamos frente a un momento de cambio cultural semejante a la época en que aparecio la imprenta y esto trae adaptaciones que a veces no se dan en todos los niveles de la misma forma. Por eso observamos niños con un alto desarrollo intelectual pero biológicamente mantienen la succión.

Es muy importante ayudarlos a equilibrar en lo posible las funciones dado que a veces por este movimiento de succión que no le da libertad al movimiento de la lengua y la enorme cantidad de estímulos principalmente visuales y auditivos pero ahora también táctiles y olfatorios hace que los tiempos de realización de os movimientos de la palabra estén lentificados con respecto a la velocidad con que se procesan las imágenes visuales y las de otro tipo. Esto trae a veces alteración del ritmo de a palabra, repeticiones, bloqueos, lo que comúnmente se llama tartamudez

Estos procedimientos fonoaudiológicos estructurales se aplican en pocas sesiones y se realiza un acompañamiento de los cambios a traves del tiempo aprovechando los procesos evolutivos naturales de los niños y adolescentes.

En el caso d ela degluciones logra el paso normal a una deglución que incluya la trituración, en los problemas respiratorios se consigue una flexibilidad del tórax y mayor ventilación pulmonar además de bienestar general y calma. También se logra un mayor rendimiento en los deportes y el aprendizaje en general.

La voz y las palabras surgen espontáneamente al liberar la lengua y lograr que el hueso hioides se equilibre en sus movimientos y por la incorporación de los omóplatos tan ligados al trabajo de equilibrio y bipedestación de los niños.

Módulo 1

Con el material llamado “boca gigante” daremos una explicación didáctica de un aspecto funcional de la deglución, desde que se incorpora el alimento hasta que se eleva la punta de la lengua.

Sobre la superficie de una maqueta que representa en escala el maxilar inferior y las estructuras dentarias, se encuentran ubicadas distintas “maquinarias de la construcción” que representan alguno de los procesos esenciales de la deglución. De esta manera, utilizando analogías con objetos conocidos, se va explicando a las personas con las que trabajamos, sencillamente como si fuera un juego, la manera de realizar los movimientos para lograr una deglución correcta.

Así, detrás de los incisivos, está la “grúa”, a un costado a la altura de los molares, el camión “mezclador”. Atrás y en el medio del borde posterior, el camión “volcador”.

Por fuera de la “boca gigante”, a la altura del camión “mezclador” un camión “remolque” y, mas hacia atrás el camión “tanque”.

Cada uno toma la función de algunos de los órganos, secreciones, movimientos y procesos de la deglución.

Luego de haber hecho la evaluación correspondiente de la deglución y la articulación de quién desea modificar estos aspectos, representamos con el material “incisivos” su modo habitual de deglutir y le decimos que vamos a utilizar una forma nueva de hacerlo.

Relatamos lo siguiente, mientras realizamos estos movimientos con la “boca gigante”:

“Entra la comida, la lengua hace como una grúa y la lleva para un costado. La deposita donde están las muelas que la trituran, en este momento la lengua ya no es mas una grúa sino un camión mezclador de cemento que, junto con la saliva, forman el bolo. Una vez que está listo el bolo alimenticio, como está en un costado y tiene que ir hacia atrás, las mejillas junto con la lengua lo empujan hacia debajo de la campanilla. Al tocar esa zona, la lengua sola levanta la punta, éste se desliza hacia atrás y tragamos.”

En el módulo 1 comenzamos a trabajar el primer movimiento de rotación lateral de la punta de la lengua para provocar el estiramiento de los fascículos superiores de los genioglosos. Este movimiento lo representa la “grúa”.

Lo hacemos de este modo, colocamos un trozo de alimento sobre la punta de la lengua y solicitamos que lo deposite en los molares. Rota primero para un lado. Percibiendo con claridad el movimiento y pidiéndole que la punta de la lengua no se doble para arriba ni para abajo; luego rota para el otro lado.

Le pedimos que coloque el dedo índice donde termina el maxilar inferior y comienza el cuello y que note que allí existe un movimiento que acompaña a la rotación de la punta de la lengua

Este movimiento lo repetimos en medio de un juego de mesa, donde practicamos a intervalos regulares. Por ejemplo, cada vez que gana. Nosotros también practicamos.

Siempre vamos a acompañar nosotros la práctica de todos los ejercicios formando parte de este procedimiento.

Módulo 2

En el segundo módulo jugamos al “Tip-tap” para dar mayor tonicidad al labio superior, alargarlo y remarcar los bordes del surco del filtrum.

El “Tip-tap” es un juego de asociación rápida de pares de figuras. Estas figuras pueden ser cartas con el mismo número o imágenes que guarden alguna relación entre si.

A la orden de “Tip” que da uno de los jugadores que actúa como director, ambos dan vuelta una carta o figura. En caso de formar un par el primero que lo percibe y dice “Tap” se los lleva. En caso de empate quedan sobre la mesa y las recoge el ganador del par siguiente.

El juego tiene un número de cartas determinado que permite asociaciones frecuentes y lo convierte en un juego de corta duración. Son catorce cartas en total. Se las reparte, se las mezcla y se las coloca con la figura hacia abajo sobre la mesa, de modo que ninguno de los jugadores las vea. Gana el que tiene mas pares de cartas.

El sonido “Tip” está acompañado de dos movimientos que deben realizarse en forma simultánea:

a) el estiramiento de los fascículos nasolabiales del orbicular superior de los labios.

b) El acortamiento de los músculos zigomáticos al pronunciar la vocal “i”.

El sonido “Tap” está acompañado de dos movimientos que deben realizarse también en forma simultánea:

a) el estiramiento de los fascículos nasolabiales del orbicular superior de los labios.

b) Acortamiento levemente menor de los zigomáticos al pronunciar la vocal “a”.

Ambos sonidos se siguen con la oclusión de los labios.

Estos sonidos se interfieren unos a otros y los movimientos de estiramiento y acortamiento se oponen entre si.

Esta característica mas la velocidad asociativa de la percepción visual hace que se estimulen los fascículos nasolabiales del orbicular superior de los labios, se remarquen los bordes del surco del filtrum, se irrigue la zona y además, desaparezca la excesiva tensión en la borla de la barba.

Antes de comenzar el juego es importante que la persona en la que vamos a aplicar este procedimiento observe en el espejo el labio superior, hasta donde cubre las estructuras dentarias superiores, y la profundidad del surco del filtrum.

Percibe el estiramiento de los fascículos nasolabiales del orbicular superior de los labios colocando el dedo índice en forma transversal sobre la base de la nariz y, con un movimiento de estiramiento de estos fascículos, aleja el dedo del tabique.

Logra el acortamiento mayor o menor de los zigomáticos pronunciando “i” o “a” acercando mas o menos las comisuras de los labios al tragus.

Vamos a pedirle también que realice estas dos acciones en forma simultánea. Esto trae como consecuencia una deformación notable de los sonidos “i” y “a”, lo que produce extrañeza. Ya que está acostumbrado a pronunciarlos de una forma determinada.

Es justamente esta sensación de dificultad en la articulación provocada por el estiramiento sumada a la velocidad del juego lo que provoca la estimulación de la zona en cuestión.

Una vez concluido el juego del “Tip-tap” hacemos que se observe nuevamente en el espejo para notar los cambios.

Para incorporar este movimiento de estiramiento a la deglución le pedimos que haga el movimiento de la “grúa” y luego comience a estirar el labio superior empujándolo desde la base del tabique nasal.

Con un juego de mesa en el que se gana a intervalos regulares incorporamos alimento y realizamos la “grúa” y este estiramiento cada vez que ganamos.

Al terminar este segundo juego, observamos, junto con él como ahora el orbicular superior de los labios cubre las estructuras dentarias superiores y no lo hace el orbicular inferior que subía empujado por la borla de la barba.

Con su mano sobre la borla de la barba nota como ésta está continuamente en tensión mientas tritura los alimentos. Al incorporar el estiramiento de los fascículos nasolabiales del orbicular superior de los labios a la masticación esta tensión aparece y desaparece. Aparece cuando el orbicular superior acompaña el descenso del maxilar inferior y desaparece cuando este asciende.

Módulo 3

Con esta técnica se forma el bolo alimenticio.

Utilizamos el material “boca gigante” y en particular el camión “mezclador” y el camión “tanque”.

Le explicamos que allí la lengua, con la ayuda de los molares y la saliva forman la “bolita”.

Con un trozo de materia plástica damos forma al bolo alimenticio. La forma aceptable es la ovoide.

Vamos a decirle que él, con su lengua va a modelar el alimento, como si fuera una sustancia plástica.

Incorporamos aquí al hueso hioides y al aparato hial a la deglución. Explicamos su importancia.

Mostramos su unión al cráneo por medio del aparato hial y como, en los distintos animales aparece articulado con el cráneo o suelto como en el caso de los reptiles y aves.

Con el material “hioides” mostramos esta relación desprendiéndolo de la base del cráneo y proyectándolo fuera de la boca.

Mostramos como en el hombre está unido al cráneo por medio de cartílagos o huesecillos y como, por medio de esa unión, se balancea hacia delante o hacia atrás.

De este modo proyecta la lengua hacia fuera de la boca o la lleva hacia atrás.

Ubicamos en el esqueleto el hueso hioides y el aparato hial.

Hablamos de su importancia y su triple función: en la deglución, en la fonación y en la respiración.

Vamos a relatar aquí brevemente los hallazgos que han hecho algunos paleoantropólogos de huesos hioides fosilizados.

Como reconstruyen, con estos huesos y la base del cráneo, el aparato fonatorio y respiratorio. En fin, todo aquello que pueda ser de interés para realizar un análisis lo mas exhaustivo posible de este hueso y su unión con el cráneo a través del aparato hial.

Para percibirlo ubicamos el dedo índice más arriba de la laringe y tragamos. Tenemos una clara percepción de su movimiento y ubicación. Hacemos una breve descripción anatómica.

Con el dedo allí colocamos un trozo de alimento en la punta de la lengua y le pedimos que realice le movimiento de la “grúa”, pero ahora desde el hueso hioides.

Esto quiere decir que la rotación de la lengua se hará, de ahora en adelante desde aquél y no desde la punta.

Con este movimiento puede percibir el descenso y lateralización de la lengua.

Le pedimos que deposite el alimento sobre los molares y que lo deje allí para que estos comiencen a triturarlo.

Cada vez que el alimento se aleja de los molares, la lengua, ahora movilizada desde su base por el hueso hioides, lo empuja otra vez hacia ellos para modelarlo en forma de “bolita”

Lo observamos en nosotros y en él, repetimos la acción hasta que logre la forma aceptable. .

Observamos como lo forma y con la sustancia plástica que utilizamos en un principio modelamos lo que observamos dentro de su boca.

Nosotros lo hacemos también y si él lo desea hace el modelo.

El material didáctico utilizado en este módulo es el “hioides”, un esqueleto plástico y láminas que muestren su ubicación en el esqueleto y su forma.

Fijamos el concepto con un juego de mesa donde a intervalos regulares practicamos.

Módulo 4

En este módulo aprendemos a utilizar los músculos zigomáticos para empujar el bolo, como si se tratara de un golpe de una raqueta de tenis.

Le pedimos que observe en un espejo la arcada zigomática, los pómulos y ubicamos los músculos en cuestión.

Con una lámina anatómica de los músculos de la mímica ubicamos los músculos zigomáticos.

Colocando los dedos por debajo de hueso malar le hacemos percibir el movimiento de estos músculos mientras asciende y desciende el maxilar.

Con los dedos en la misma ubicación pronunciamos “u” y notamos su estiramiento. Pronunciamos “i” y percibimos su acortamiento. De esta forma incorporamos “a” para notar su posición media, “e” posición de semi-acortamiento y “o” semi-estiramiento.

Utilizamos otra vez “boca gigante” para ubicarnos en la secuencia lógica de la deglución y explicamos que mediante estos músculos y la ayuda de la lengua vamos a ubicar ese bolo en la base de la lengua. Justo debajo de la úvula.

Ese bolo es la “bolita” que aprendimos a formar en el módulo anterior. Y los músculos zigomáticos están representados por el camión “remolque”

En el material didáctico mostramos como entra la comida, la lengua rota desde el hueso hioides, la deposita en los molares. Aparece la saliva que ayuda en la formación del bolo.

Armamos el bolo y en el momento en que se lo percibe de forma mas o menos ovoide, listo para ser tragado, actúan los músculos zigomáticos que logran empujarlo a la base de la lengua .El maxilar cae en forma mas pronunciada y ellos se acortan pegándole al bolo como si se tratara de una raqueta. En este momento ubicamos el bolo sobre el camión “palanca” y con un golpecito lo hacemos saltar hacia adentro de la “boca gigante”.

Podemos percibir también que la lengua ayuda a ubicarlo en esta zona.

En caso de que no comprenda este movimiento de estiramiento y propulsión del alimento podemos ayudarnos de esta manera: tomamos una hoja, la curvamos, colocamos un trozo de galletita sobre ella y la estiramos. La galletita sale proyectada perpendicularmente a la hoja.

Fijamos este movimiento con un juego de mesa donde lo practicamos a intervalos regulares.

Para formar el bolo usamos galletitas dulces, semi-dulces y saladas.

El motivo es que aparece el sentido del gusto a facilitar la ubicación del bolo.

Dulces porque en este caso es la punta de la lengua la que ayuda en el movimiento, saladas porque es el borde y semi-dulces porque trabaja una zona intermedia.

Módulo 5

En este módulo trabajamos solamente con caramelos de gelatina pues vamos a provocar con el acortamiento de los músculos milohioideos el movimiento de elevación de la punta de la lengua y su apoyo en la bóveda palatina por la elevación del hueso hioides.

Le pedimos que ubique un caramelo de gelatina en la base de la lengua, puede hacerlo manualmente o con movimientos de rotación de la lengua sobre si misma., si es que no lo logra mediante el uso de los músculos zigomáticos.

Con estos movimientos de rotación el alimento choca contra los incisivos y logra su ubicación.

Es un movimiento similar al de la succión.

Movimiento que aparece generalmente en la deglución atípica. Le explicamos que solo lo estamos utilizando para ubicar el alimento en ese lugar específico.

Una vez que se encuentra debajo de la úvula le pedimos que espere un momento aunque tenga ganas de deglutir.

Le pedimos que perciba primero, como aparece la saliva en el lugar, principalmente sobre la base de la lengua. .

Una vez que se llena de saliva, desciende la base de la lengua. Traga sin esfuerzo y con la punta de la lengua en la bóveda palatina.

Otra vez preparamos el alimento.

En este segundo momento ubica el dedo índice percibiendo el hueso hioides.

Debe notar que al tragar este sube y luego baja. Este movimiento de elevación del hueso hioides coincide con la aplicación de la punta de la lengua en la bóveda palatina, porque es él quién la propulsa.

Apoyada en ese lugar la lengua hace un movimiento semejante a una “ola” y la comida se va para atrás. Deslizándose por el plano inclinado que produce la lengua al elevarse.

Y, en un tercer momento, con el dedo pulgar detrás de la sínfisis mentoniana le hacemos percibir el movimiento de los músculos milohioideos acompañando el ascenso y descenso del hueso hioides mientras forma el bolo.

Cada vez que estos músculos descienden la lengua se aleja de la bóveda palatina agrandando el diámetro vertical de la cavidad bucal. El maxilar acompaña este movimiento.

Otra vez colocamos el alimento en la base de la lengua, percibimos la saliva, como se acortan los músculos genihioideos y milohioideos como eleva esto al hueso hioides, como se aplica la punta de la lengua a la bóveda palatina, el movimiento de ola de la lengua acompañado de la elevación de hueso hioides y el descenso de éste acompañando al alimento que se desliza hacia las fauces.

Con un juego de mesa despertamos la percepción de estos movimientos y los distintos momentos del acto de la deglución.

Para observar los músculos y la lengua utilizamos una lámina con un corte anatómico.

Vemos en un corte sagital de la cabeza, los músculos milohioideos, genihioideos, el hueso hioides y la lengua en reposo.

Para mostrar la ubicación del bolo y los músculos del piso de la boca y aplicación de la punta de la lengua a la bóveda palatina utilizamos el material “incisivos” y para mostrar la elevación y descenso del hioides, el material “hioides”. Y para representar la elevación de la lengua desde su base en la deglución la “boca gigante” y el camión “volcador”.

Módulo 6

Este módulo es el último en los casos de deglución atípica y deglución atípica y dislalias.

También en los casos de dislalias sin deglución atípica utilizamos todos estos módulos pues preparan a la lengua para una correcta articulación.

Para terminar utilizamos el material “boca gigante”, repasamos todos los movimientos de la secuencia resaltando la importancia del hueso hioides.

Esta vez formamos el bolo alimenticio con galletitas de leche.

Le pedimos que realice estos movimientos sin esperar antes de deglutir. Buscamos que encuentre la velocidad adecuada.

Una vez que lo logra le pedimos que deje que sea la saliva y la percepción del bolo alimenticio en la base de la lengua quienes desencadenan el movimiento de la deglución.

También le hacemos ver que la presión que ejercía delante, sobre las estructuras dentarias y orbiculares, se ha desplazado hacia la zona posterior de la cavidad bucal y ha sido reemplazada por el movimiento de elevación y descenso del hueso hioides en la deglución.

Lo fijamos con un juego de mesa donde practicamos a intervalos regulares.

Como aquí concluye su tratamiento vamos a hacer un ejercicio para percibir en el otro su modo de deglutir y vamos a imitar, nosotros, conscientemente, una deglución atípica, una realizada en forma regular con una leve presión en los labios y una adecuada.

Para esto, utilizamos un tablero con una cuadrícula que forma 32 celdillas, 8 de las cuales son mas grandes.

Hay escrito en su parte superior: “comer”, “mal”, “regular” y “bien” y debajo de ellas

se despliegan los espacios vacíos.

En los ocho espacios más grandes, debajo de donde dice comer, colocamos un trozo de galletita para cada uno de los jugadores.

También entregamos a cada uno 8 fichas de un color.

Confeccionamos en una hoja aparte un plan de acción donde conste el modo en que vamos a comer las galletitas. El otro no debe ver este plan. Recién al final del ejercicio y cuando el otro terminó de adivinar como lo hacíamos lo damos a conocer.

Con las fichas marcamos nuestra observación indicando si lo comió “bien”, “mal” o “regular”, ubicando la ficha en el lugar correspondiente.

Al finalizar verificamos, con las fichas y el plan escrito, si observamos correctamente.

En este módulo observamos si todavía existe alguna dislalia y en caso de manifestarse utilizamos el material “incisivos” y “hioides”

Con “incisivos” ubicamos la lengua en la posición adecuada para pronunciar cada uno de los sonidos del lenguaje.

Con el fonema “s”, la lengua se aplana, la punta apoya en los incisivos inferiores y dejamos salir suavemente el aire.

Con los fonemas “t”, “l”, “n” y “ñ”, ubicamos la punta de la lengua arriba.

Decimos algunas palabras con estos sonidos.

Con el material “hioides” mostramos como también al articular estos sonidos el hueso hioides va hacia atrás o rota hacia arriba balanceándose por medio del aparato hial y no deja que la lengua se proyecte hacia fuera de la boca.

Módulo 7

En este módulo comenzamos el tratamiento de las dislalias.

Volvemos a hacer una descripción anatómica del hueso hioides y remarcamos su triple función.

Le pedimos que coloque el dedo índice en el lugar descrito antes y articulamos algunas palabras. De este modo percibe micromovimientos del hueso en cuestión mientras habla.

Con una lámina explicativa de los músculos de la lengua, dibujados cada uno por separado, repasamos la acción de cada uno de ellos exagerándola.

El juego que utilizaremos ahora es del tipo de la lotería.

Cada uno dirá en voz alta el nombre del objeto representado en la ficha y para decirlo mantendrá en una posición forzada a la lengua, como si trabajara solo ese músculo de la lengua. Así hace más difícil la acción de los otros y la articulación de los sonidos se vuelve extraña.

Uno a uno vamos eligiendo con cuál trabajaremos. Representamos su posición, así hasta completar los 9 músculos.

Para movilizar el geniogloso rotamos exageradamente la lengua sobre si misma hasta que se proyecte hacia fuera de la boca y, en esta posición, articulamos.

El segundo será el estilogloso llevando toda la lengua rotada hacia arriba y atrás.

Seguimos con el hiogloso, haciendo descender la base de la lengua y angostándola.

El palatogloso llevando la lengua hacia arriba y atrás, el faringogloso con un movimiento semejante.

Para movilizar el amigdalogloso elevamos la base de la lengua dejando la punta plana.

Con el lingual inferior rotamos la lengua hacia abajo.

El lingual superior eleva la punta y el transverso angosta la lengua y la proyecta hacia fuera.

Una vez terminado el juego le pedimos que sostenga la punta de la lengua entre los dedos y que la inmovilice mientras habla. De este modo debe decir algunas palabras sin que la lengua se retraiga.

Inmediatamente la soltamos y dice algunas palabras con la lengua en libertad. Notará que articula con más facilidad.

La lengua está acostumbrada a moverse de determinada manera, cuando alteramos este esquema, lo retoma mejorándolo.

Le pedimos que lea o articule algunas palabras sin exagerar ninguno de los movimientos.

Vamos a recordar el módulo de la formación del bolo alimenticio.

En este módulo utilizamos el material “incisivos” y una lámina donde están dibujados, por separado, los músculos de la lengua.

Módulo 8

Aquí vamos a trabajar con el músculo milohioideo ya que tiene relación con la elevación de la punta de la lengua.

Trabajamos con él de la siguiente forma.

Lo ubicamos anatómicamente en la lámina que muestra un corte sagital de la cabeza, lo ubicamos en el material “incisivos”mostrando como forma el piso de la boca, lo percibimos en la deglución al contraerse, elevando el hueso hioides, llevando la punta de la lengua hacia arriba y aplicándola en la bóveda palatina.

Con el material “incisivos” le mostramos que en ese mismo lugar la lengua se apoya y vibra para pronunciar el fonema “r”.

Con el dedo pulgar presionándolo suavemente y el índice tomándose la barbilla realizamos el siguiente juego.

Es un juego de adivinanzas.

Cada uno elige 10 fichas con distintos objetos, alimento o animales, los guarda sin que el otro los vea.

Cada uno, por turno, saca una de sus fichas y sin mostrarla le pide al otro que formule preguntas.

Estas preguntas solo pueden ser respondidas con si o no.

El que formula las preguntas presiona suavemente el músculo milohioideo. El otro jugador descansa.

Entre las figuras elegidas se encuentran algunas que tienen el fonema “r”. Cada vez que aparece le pedimos que perciba si la punta de la lengua se eleva.

Una vez que terminamos este juego recordamos el “Tip-tap” y lo jugamos reemplazando estos sonidos por “Rip-rap”.

Comemos un trozo de galletita con el dedo pulgar presionando suavemente el músculo milohioideo y el índice tomando el maxilar inferior. Debe percibir el descenso del músculo en la masticación. Lo repetimos varias veces.

Módulo 9

Vamos a lograr aquí que perciba el papel fundamental que tiene el hueso hioides en la articulación de todos los fonemas.

Utilizamos el material “hioides”, la lámina del corte sagital de la cabeza, “incisivos”y la lámina de los músculos de la mímica.

Con el material “incisivos” vamos mostrando las distintas posiciones que adopta la lengua en la articulación de los fonemas, su relación con el paladar, si se aplana, si vibra, si se eleva en la punta, si se eleva en la base.

Con las láminas del corte sagital de la cabeza y la de los músculos de la mímica, mostramos aquellos que tienen resonancia nasal o necesitan de los músculos orbiculares de los labios para ser pronunciados.

Le hacemos ver que el hueso hioides, como esqueleto de la lengua, está siempre presente en la articulación.

Al colocar el dedo índice en el lugar en que se ubica el hueso, nota que realiza pequeños movimientos de cambio de ubicación o vibración al pronunciar cada uno de ellos

Estos movimientos de la estructura ósea permiten la articulación.

Tomamos el material “hioides”, ubicamos el hueso y desde allí movilizamos la lengua, dejando que la punta se mueva libremente siguiendo estos micromovimientos del hueso hioides.

Otra vez con el materia “hioides” en la mano mostramos como se conforma el aparato hial.

Como se desplaza hacia atrás llevando consigo la lengua, teniendo como lugar de articulación las apófisis estiloides.

Y como la empuja hacia delante del mismo modo. Todo esto lo hace con un movimiento similar al trapecio del circo.

Le vamos a mostrar como sube y baja también según lo desplacemos hacia arriba o hacia abajo. Y como este movimiento pone en movimiento la punta de la lengua.

Colocamos el dedo índice donde termina el mentón y comienza el cuello, a la altura del hioides, y lo movemos rápido y suavemente hacia arriba y hacia abajo.

Le pedimos primero que note como el movimiento se desplaza desde la base hacia la punta de la lengua y una vez que percibe el movimiento, deja salir el aire para pronunciar “r”.

El sonido que aparece se asemeja al fonema “r”.

Utilizamos un juego de mesa del tipo de la lotería donde aparezca el fonema y cada vez que aparece lo reemplazamos por este movimiento.

Terminamos el módulo jugando al “Tip-tap” pero esta vez el sonido que se repite es “Sip-sap”.

Módulo 10

En este último módulo observamos si han quedado dificultades en la articulación de los fonemas.

En caso de persistir alguna dislalia dejamos pasar un mes y realizamos otra observación. Trabajamos con él una vez por mes repitiendo algunos de los módulos anteriores que consideremos que no han sido comprendidos en su totalidad.

Comenzaremos este último módulo con la formación del bolo alimenticio.

Utilizando el material “hioides” recordamos el movimiento de lateralización que realiza la lengua al formarlo.

Con la lámina que muestra los músculos de la lengua en su acción individual le pedimos que observe los músculos genioglosos.

El movimiento de rotación lateral de la lengua, que hacemos desde el hueso hioides, hace que se descontraigan los fascículos superiores de estos músculos y la punta de la lengua deja de estar rotada sobre si misma.

Esta postura es la que adopta la lengua generalmente en los casos de succión del alimento y deglución atípica.

Con un juego de mesa practicamos formar el bolo alimenticio prestando especial atención a la rotación lateral de la lengua, observando que la punta quede plana.

Utilizando nuevamente el esqueleto plástico completo ubicamos los omóplatos y los relacionamos con el hueso hioides a través de los músculos omohioideos.

Mostramos en una lámina anatómica su ubicación y acción que lleva el hueso hioides hacia abajo y atrás.

Rotamos los hombros hacia atrás y abajo para movilizar los omóplatos y al mismo tiempo que hacemos esto pronunciamos una palabra cualquiera.

Otra vez jugamos al juego de la lotería y cada vez que levantamos una ficha decimos su nombre en voz alta movilizando los omóplatos.

De este modo desviamos la atención puesta en la cavidad bucal y la extendemos al esqueleto en general.

Terminamos este módulo con un juego libre para observar con detenimiento la articulación de los distintos sonidos.

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