miércoles, 25 de agosto de 2010

Comunicación y lectura

Se me ocurre pensar que lo mas difícil al enseñar a leer y escribir a personas con dificultades de percepción es encontrar la forma adecuada de presentar lo mas importante.
Observando el cuadro comparativo de las escrituras desde la Mesopotamia hasta nuestros días de la entrada anterior, podemos darnos cuenta que el camino evolutivo de la escritura va de los pictogramas hacia la invención del abecedario.
En ese camino los aspectos significativos en los dibujos fueron convirtiéndose en letras. es el ejemplo de la cabeza de buey, el aleph y la A inglesa. De ser partes significativas de un dibujo que, por eso mismo se hicieron repetitivas, pasaron a ser las letras de nuestro alfabeto. Al ser símbolos y pertenecer a imagenes dibujadas sufrieron distintas rotaciones, rotaciones que están almacenadas en nuestro cerebro como herencia cultural humana.
En un sistema nervioso en crecimiento y en otro que presenta disfunciones es probable que se encuentren todavía rotadas. Por eso podemos probar de esta forma.
Usaremos dos planchas similares que tengan las letras del abecedario en relieve. Estas letras están sueltas y se presentan en el envase con una capa de celuloide que sirve de molde. A una A, por ejemplo, en esta plancha corresponde el molde de esa A. Es una imagen en negativo, justamente como los moldes de yeso.




Con un dedo de la mano dominante le pedimos que recorra el espacio hueco y nombre la letra que reconozca y con la otra mano recorra palpando la forma positiva de esa misma letra. Luego la ubica en su lugar y la nombra. Así con todas las letras y cambiando de manos, a veces es la dominante la que recorre el espacio negativo y a veces es la mano contralateral.




Reconoce y nombra las letras conocidas y nombramos las desconocidas nosotros. Vamos a escribir las primeras palabras. Es importante escribir primero palabras cortas, conocidas y con sentido útil, por ejemplo el nombre de su calle o una banda de música. Como tenemos dos planchas de letras le damos las letras que faltan para completar la palabras.
Usamos la forma de leer anterior donde rotábamos primero la cabeza hacia la izquierda y luego iba hacia la derecha, en el sentido de la lectura y escritura occidental. Una vez que nota el movimiento de la cabeza le mostramos que los ojos también son esféricos y rotan, entonces sin mover tanto la cabeza hace rotar a los ojos en el sentido izquierda- derecha como la escritura.

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